Además, la normativa incide en la importancia de la ergonomía visual, recomendando el uso de sistemas de iluminación que permitan adaptar los niveles de luz a las necesidades individuales y a las características específicas de las tareas realizadas, promoviendo así un mayor confort visual y reduciendo la fatiga visual.
La ergonomía visual se refiere al estudio y diseño de entornos de trabajo que promueven una interacción visual saludable y eficiente entre los usuarios y sus tareas. En este contexto, la iluminación juega un papel crucial al influir directamente en la comodidad visual, la fatiga ocular, y en última instancia, en la productividad y bienestar general de los empleados. Un enfoque ergonómico en la iluminación de oficinas considera no solo la cantidad de luz, sino también su calidad, dirección, y cómo se integra con las características visuales de las tareas realizadas.